martes, 27 de abril de 2010





La orientación de nuestro trabajo está enmarcada en la propuesta educativa de la Institución, buscando una continuidad con el trabajo de Educación Inicial y Primaria, manteniendo así los objetivos institucionales que atraviesan transversalmente todos los ciclos educativos, buscando una adaptación a la nueva etapa que viven los alumnos. Esta nueva etapa, la adolescencia esta signada por una serie de características que dificultan la tarea docente especialmente en los tiempos que corren. El adolescente está atravesando una etapa de transición abandonando su infancia y entrando en un mundo más complejo, y lleno de responsabilidades. A estas transformaciones se le suma la problemática de la vocación para poder insertarse en ese mundo adulto, conciliando la posibilidad de resolver sus necesidades económicas con el disfrute de la tarea realizada.
Quiere decir que nos enfrentamos al desafío de acompañar a estos muchachos en un recorrido que implica asumir una serie de transformaciones que van desde su cuerpo hasta su rol social, desde el hogar hasta el mundo entero hoy más que nunca, desde su intimidad más profunda hasta su relacionamiento con los demás agentes sociales. Estas transformaciones generan obviamente una serie de inestabilidades y resistencias que es necesario acompañar con una contención afectiva personalizada.
En cuanto a la definición vocacional es necesario promover que descubran sus preferencias y destrezas para luego impulsar una opción profesional. A estos desafíos se les suma el problema del disfrute de el proceso de aprendizaje, estamos convencidos de que en un ambiente distendido y cordial donde el alumno se sienta a gusto, es el ideal para lograr los objetivos educativos.

Se promueve un vínculo cercano y cordial entre docentes y alumnos a partir de un contacto más prolongado y frecuente entre ellos. Esto se logra entre otras cosas con un turno de 6 horas y un contacto diario de los docentes con sus alumnos.

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